Motivar a nuestros híjos a convertirse en lidres positivos y proactivos
Como padres haríamos lo que fuera para que nuestros hijos sean “exitosos”, que obtengan buenas calificaciones, interactúen con sus compañeros adecuadamente, que muestren un comportamiento aceptable, dentro y fuera de la escuela, que cumpla con sus tareas y proyectos que le son asignados y sobre todo que “disfruten” aprender y asistir a la escuela.
Dentro del ámbito familiar, sería estupendo que ellos “tomaran la iniciativa” para colaborar en las labores del hogar y que sean respetuosos hacia nuestra persona. Pero, ¿cómo hacer que nuestros hijos estén “motivados” para obtener lo mejor de ellos? “Ya que una persona que está motivada está encaminada hacia el éxito”.
Por lo regular cuando hablamos de motivar a nuestros hijos pensamos en darles una recompensa a cambio de algo que queremos que ellos lleven a cabo, sin embargo, la recompensa no siempre es un buen método, ya que solo es momentáneo.
Nuestro mundo necesita “líderes que propongan cambios positivos” y los candidatos destinados para conseguirlo son nuestros hijos.
El primer paso para forjar líderes es:
1.-Dar un buen ejemplo: Esto es aún más poderoso cuando viene de nuestra parte, ya que “nosotros somos sus primeros educadores y el modelo inmediato a seguir”. Por lo que debemos predicar con el ejemplo, tener coherencia entre lo que pensamos, lo que decimos y nuestras acciones.
2.-Fortalecer sus habilidades sociales; es decir “motivar” a realizar actividades tanto individuales como en equipo, ya que el colaborar con otras personas y saber interactuar con ellas de una forma asertiva, no solo los ayuda a tener confianza en sí mismos, también mantiene estable su autoestima.
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3.-Cultivar la perseverancia: El lograr el éxito es un camino que está formado por resultados favorables al igual que resultados inesperados.
Es primordial hacer énfasis a nuestros hijos en cuestión de ‘perseverar en sus metas personales’ y no abandonarlas cuando el camino se torne un poco difícil y no sean presa de la frustración.
4.-Ser feliz; esto es una decisión diaria e individual y cada acción que realizan nuestros hijos tendrá reacción en sus emociones y sus sentimientos ya sea positiva o negativa. El ayudarlos a que se conozcan y puedan gestionar sus emociones los hará vivir plenos y optimistas ante la vida, tomando “responsabilidad” sobre sus propias decisiones.
5.-Negociar: El saber negociar en la vida ordinaria los ayudará a mejorar sus argumentos ante una petición o una oferta importante en el futuro, permitir que nuestros hijos puedan refutar con argumentos sólidos. “Negociar es un arte, que le permite llegar a un acuerdo y evitar la lucha de poder”, recordemos que la obtención del poder es lo que origina peleas y divisiones. Aquí es importante dejarlos decidir dentro de los límites establecidos en la familia, ya que esto los hace sentir aceptados, respetados y valorados como persona y los reconoce como parte fundamental dentro de la familia.
6.- La comunicación efectiva: La comunicación es una habilidad necesaria para ser líder, el ayudar a nuestros hijos a saber comunicarse con su núcleo más cercano (sus padres, hermanos, tíos abuelos, primos, etc.) su entorno inmediato, es decir todos aquellos que están a su alrededor dejándoles saber que su “lenguaje verbal” tiene que ir acompañado con un buen “lenguaje corporal” que sea coherente.
Además de convivir con ellos dándoles tiempo de calidad a cada uno, secundando sus ideas, sueños, metas, objetivos e ideales esto los ayudará a que tomen en cuenta el valor de pensar estratégicamente, del esfuerzo y la perseverancia que deben poner en cada acción personal, que los llevara a la victoria.
Estamos inmersos en una sociedad cada vez más aislada e intolerante hacia otras culturas por tal motivo es imperante la necesidad de enseñar a nuestros hijos a “pensar en positivo”, ya que a lo largo de su vida encontrarán en su entorno gente que puede ser “tóxica”, haciendo que duden de sus capacidades personales( intelectuales, cognitivas y emocionales), dando como resultado que las situaciones adversas(un comentario mal intencionado, el acoso de compañeros, la muerte de un familiar, la separación de sus padres, una enfermedad, no tener una efectiva comunicación con su familia, etc.) los sobrepasen y el miedo los paralice, siendo incapaz de avanzar y dejarse caer en la depresión. Para evitar esto es necesario trabajar en ellos “la resiliencia” (que es la capacidad humana de salir fortalecido ante las situaciones adversas que se presentan en su vida).
“Todos tenemos potencial para ser líderes, pero no todos estamos dispuestos a hacer un compromiso personal para obtener lo mejor de nosotros mismos”.
Es por eso que motivar el desarrollo de la habilidad de liderazgo en nuestros hijos, rendirá mejores frutos si se comienza a temprana edad, siendo así un habito natural que formará parte de su personalidad.