"Acoso Escolar (Bullying), "¿Qué Hacer Como Padres Para Parar Estas Conductas Destructivas En Nuestros Hijos?"

Escrito por: Luz María León, padre líder de CLA

Tomando en cuenta que estamos frente a una “era digital” en donde desde temprana edad nuestros hijos están más expuestos y por ende más inmersos en el uso de la tecnología y más desconectados de nuestro entorno. Todo gracias al internet y los teléfonos inteligentes a través de los cuales tenemos acceso a información, lugares, cosas, persona, redes sociales, compras, etc, con un solo “click”.

De ahí que estas nuevas generaciones están acostumbradas a conseguir todo con mayor rapidez y se han vuelto intolerantes ante las situaciones que no complacen sus deseos inmediatos, poniéndolos irritables, haciendo berrinches o hasta siendo desafiantes con sus padres. En donde la comunicación de persona a persona se ve cada vez menos, y en su lugar los mensajes de texto llenos de emojis han tomado un lugar preponderante dentro de la forma en la que nuestros jóvenes se relacionan.

Ahora es más fácil enviar un mensaje, foto, o video para describir mis sentimientos, estados de ánimo, gustos, anhelos problemas o alegrías. Se vuelve más cómodo eso, que hacer una introspección para saber realmente cuales son mis sentimientos y emociones; es decir buscar respuesta a las siguientes interrogantes: ¿Quién soy?, ¿Cuáles son mis valores?, ¿Qué me motiva?, ¿Qué me provoca miedo, angustia o estrés?, ¿Me gusta mi forma de ser?, ¿Me siento bien y orgullosos de quién soy?

Y si no es así ¿qué puedo hacer para cambiarlo?, estas solo son algunas de las preguntas que podemos hacernos y pedirles a nuestros hijos que lo hagan también. En especial si son adolescentes, las reacciones que los caracteriza tienen en gran parte una carga emocional que toma mayor protagonismo, pero es importante recordar que los jóvenes, responden desde su cerebro emocional “amígdala” que es la parte encargada de las emociones. Ya que el cerebro humano se desarrolla por completo aproximadamente hasta la edad de 20 años. Es por eso que nosotros como adultos no entendemos porque hacen cosas sin sentido, porque no razonan antes de hacer las cosas. Si para nosotros es tan fácil ya predomina la razón, más que la emoción.

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Con esto no quiero decir que por tal motivo los adolescentes y jóvenes están exentos de cualquier responsabilidad y/o consecuencias negativas. Dicho lo anterior es un excelente momento de aprovechar las vacaciones de verano para además de tener diversión y descanso, podamos enfocarnos en lograr una conexión más profunda con nuestros hijos. Para lograrlo es importante que nuestros hijos se sientan “amados por todos y cada uno de los integrantes de la familia”, en especial amados por ellos mismos, es decir que tengan una buena “autoestima” ya que esta es pieza clave para el crecimiento todo ser humano.

De ahí “la importancia de incluirlos en las decisiones importantes que atañen a la familia”. Así ellos sabrán que son importantes y piezas claves para el funcionamiento de nuestro hogar. Lo anterior nos ayudará a formar un vínculo familiar, que nos dará paso a una interacción exitosa tanto dentro del seno familiar, como en nuestras relaciones interpersonales.

Y nos facilitara una incursión eficaz y saludable dentro de la sociedad de la cual somos parte. Y dentro de la cual las redes sociales juegan un papel sumamente importante, tanto así que miles de niños y jóvenes se ven afectados emocionalmente por comentarios que reciben tanto de compañeros, amigos y hasta de desconocidos. Los cuales suelen ser crueles con el objetivo final de destruir a la persona que está al otro lado de la pantalla sin importar el dolor que puedan causar no solo a quien recibe los mensajes directamente, sino también a la familia.

Ya sea que nuestros hijos hayan sido acosados en el pasado o están siendo víctimas de acoso, ya sea verbal, físico o virtual. O viceversa que ellos sean quienes son los principales acosadores, en cualquiera de los casos es importante que estemos cerca de nuestros hijos, muchas veces es difícil y muy doloroso aceptarlo ya que sentimos que seremos señalados como “malos padres”. Pero en realidad, ningún padre en su sano juicio quiere enseñar cosas incorrectas, la mayor parte de nuestra forma de crianza la aprendimos de nuestros padres que a su vez hicieron lo mejor posible con las herramientas y los conocimientos que estaban a su alcance.

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Ahora podemos tomar ventaja de la psicología y sus diferentes vertientes y una de estas disciplinas que de forma personal me ha ayudado es la PNL (Programación Neuro Lingüística) en la cual podemos apoyarnos para ayudar a reprogramar las creencias limitantes que se han convertido en un ancla para nuestro desarrollo.

De aquí la importancia de entablar una conexión fuerte y permanente con nuestros hijos, para que podamos ayudarlos a aceptarse, valorarse y amarse tal y como son, tomando en cuenta que si hay algún aspecto de su persona que deseen cambiar debe de comenzar en ellos, primero cambiando sus pensamientos, después reforzándolo diariamente con las afirmaciones positivas y finalmente lograr el cambio conductual.

La comunicación diaria y la escucha activa junto con el amor y afecto que nuestros hijos reciban de nuestra parte lograrán que ellos tengan un autoconcepto sano y realista y una autoestima equilibrada y con raíces firmes que los mantendrá fuertes y centrados en sus principios y valores.

“Conscientes de que a la primera persona que tiene que agradar, amar y respetar es a ellos mismos”. También es importante recordar que si esta situación se presenta dentro de la escuela es importante mantener una buena comunicación con los profesores de nuestros hijos y pedir consejería para ellos. Y si es fuera del ámbito escolar hay diferentes organizaciones que cuentan con promotores de salud mental, quienes a su vez pueden canalizar a nuestros hijos o referirlos a algún psicólogo o psicoterapeuta según sea la necesidad.

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Recordemos que tanto en la escuela como en la comunidad hay recursos para ayudar a nuestros hijos a reconocer, enfrentar y dejar de ser víctimas y convertir esta situación adversa, en una oportunidad para aprender, fortalecer su carácter, trabajar en su personalidad y sobre todo reprogramar su cerebro y así salir victorioso de esta situación que si no es descubierta o tratada a tiempo puede tener consecuencias devastadoras como el estrés, la depresión profunda y finalmente el suicidio.

A todos esos jóvenes les digo que, de todo corazón, deseo que puedan ver más allá de su reflejo en el espejo, que puedan ver en su interior, y descubran el ser tan maravilloso y único que cada padre y madre ve cada vez que los miramos a los ojos.”

Author: Luz María León

Luz María León L. nació en la Ciudad de México, el 27 de diciembre de 1981.Es la menor de cinco hermanos fruto del matrimonio entre el Sr. Arturo León y la Sra. Aurelia Lorenzo. Su infancia transcurrió felizmente hasta la edad de 10 años, desafortunadamente su familia se fracturo al separarse sus padres. Continuo con sus estudios a nivel secundaria hasta finalizarlos. Posteriormente comenzó la preparatoria, sin embargo, ciertos acontecimientos hacen que su vida de un vuelco de 180°. La irreparable pérdida de su madre le cambió el panorama, dándole un giro total a su vida. Fue entonces que decidió venir a radicar a USA a la edad de 21 años. Fue aquí donde contrajo matrimonio con Jaime Martínez en el año 2004 y en el 2005 tuvo la gran dicha de convertirse en madre de su primer hijo llamado James, mientras tanto laboraba en una fábrica de muebles hasta el 2009, cuando debido a la recesión que hubo en el país se hizo recorte de personal y perdió su trabajo, pero eso a su vez le dio la oportunidad de ser voluntaria en la escuela Lincoln Elementary donde su hijo asistía al preescolar, fue ahí donde comenzó su amor...